A propuesta de la diputada Sonia Mendoza Díaz, se llevó a cabo la
 presentación del Diagnóstico y Protocolo de Prevención de Violencia
 Sexual contra las Mujeres, realizado por las jóvenes integrantes del
 Grupo “Sororidad Ciudadana, Perspectiva Lila”, quienes fueron
 galardonadas con el Premio Nacional de la Juventud 2019.
 En su presentación, las integrantes presentaron el diagnóstico que
 elaboraron con base en una muestra de 500 entrevistas, en un rango de
 edad que va de los 15 a los 40 años, donde se determina que tanto la
 violencia física como verbal van a la alza en San Luis Potosí, tanto en
 espacios públicos como privados.
 De acuerdo a las propias entrevistas, presentaron un mapa de colonias
 con mayores incidencias de violencia física como verbal en la zona
 metropolitana de San Luis Potosí, donde destacan colonias como el
 Centro Histórico, Himno Nacional, Satélite, Tequisquiapan o Barrio de
 Santiago como algunas en las que se presenta en mayor medida esta
 incidencia.
 De acuerdo al muestreo y los datos de Seguridad Pública del Estado, los
 delitos más frecuentes en San Luis Potosí son: el acoso y hostigamiento
 sexual en un 32.6 por ciento; robo con violencia en un 31.4 por ciento,
 y robo sin violencia en un 15.1 por ciento.
Entre los principales efectos del acoso sexual, se presenta el dejar de
 salir muy noche o muy temprano, andar en compañía de alguien al estar
 en un espacio público, cambiar de rutas o transporte, dejar de estudiar
 o trabajar, cambios en la forma de vestir, comprar objetos para
 defensa, o invertir más dinero en viajes.
Entre las expresiones de violencia sexual más frecuentes en el
 transporte público destacan: 34.5% en miradas morbosas, 31.5%
 piropos obscenos, 13.5% tocamientos, 11.5% frotamientos, 5% tomar
 fotos sin consentimiento, 3% hombres mostrando sus genitales, y 2%
 de hombres que siguen a mujeres con intención de agredir sexualmente
 a las mujeres.
 Proponen un protocolo de seguridad basado en los siguientes pasos: 1)
 alzar la voz, decirle a alguien lo que está pasando; 2) Generar
 evidencias, mediante mensajes, correos electrónicos o fotos; 3) Generar
 una red de apoyo, con personas cercanas o instituciones; 4)
 Acompañamiento con instituciones y organismos; 5) Presentar denuncia
 ante el Ministerio Público, o en su caso de no proceder, ante la CEDH o
 la CNDH; 6) Apoyarse en redes sociales para difundir la denuncia; 7) y
 Ser ampollas, insistir ante las autoridades que realicen una investigación
 y tomen las medidas adecuadas.
Ameyalli Escobar del Ángel, integrante del Grupo Sororidad Ciudadana,
indicó que están trabajando la propuesta, junto con el colectivo
Ambulante, para que el acoso callejero se considere como una forma de
violencia de género y se tipifique como delito, para que deje de ser
considerado como falta administrativa.
					

